GUERRA DEBE LIBRARSE EN LOS FRENTES MILITAR, POLICIAL Y SOCIAL

Es hora de los halcones, único objetivo en el VRAE debe ser la eliminación total del enemigo

Humberto Abanto Verástegui (*)
Batalla final contra las hienas del narcoterrorismo
Fue González Prada quien advirtió que el sueño del vencedor tiene amargos despertares. El Perú ha comprobado la certeza de la frase, después del despiadado ataque de las hienas senderistas contra nuestras fuerzas del orden en el VRAE. Ello porque luego de derrotar al enemigo que le declaró una guerra sin cuartel, el país acabó durmiéndose en sus laureles sin preocuparse de eliminar completamente a la organización criminal de mayor vocación destructiva en nuestra historia.

 
I.- En 1992, un exitoso trabajo policial iniciado en 1989 derivó en la captura de Manuel Abimael Guzmán Reinoso y sus compinches del Comité Central. La manada se disgregó desmoralizada al ver que quien exigía una cuota de sangre a todos sus seguidores, se rendía sin disparar un tiro ni ofrecer resistencia alguna. La bancarrota del senderismo fue total. El tiro de gracia lo dio la quinta espada de la revolución mundial al proponer el Acuerdo de Paz al entonces novel dictador Alberto Fujimori.




Nunca en su sangrienta y repugnante historia fue tan vulnerable esa horda de cobardes asesinos de seres indefensos. Nunca como entonces pudo extirpársela totalmente del cuerpo del Perú. Lamentablemente, nunca fue más vil el cálculo político que cuando se optó por no liquidar a las harapientas, famélicas y desfallecientes columnas senderistas que vagaban por los confines de Tocache o las agrestes selvas del VRAE, arrancando raíces de la tierra para alimentarse o suplicando por una gallina para matar el hambre. Fujimori y Montesinos prefirieron tener la posibilidad de agitar a placer el espantajo senderista, para recordarnos a todos –desde la estruendosa propaganda oficial de entonces- que el enemigo seguía vivo y que para vencerlo era indispensable que ellos se perpetuaran en el poder. Pero si un malvado inteligente es peligroso, más lo es un estúpido honesto. La restauración democrática supuso, con sincera ingenuidad, que el terrorismo sólo era un mal recuerdo y que había llegado la hora de hacer el balance y la liquidación del conflicto, como si hubiera terminado por completo. Soldados y policías fueron dejados a merced de chacales de cuello y corbata emparentados ideológicamente con los asesinos de Sendero Luminoso, que con real malicia recitan de memoria los instrumentos internacionales de derechos humanos para defender terroristas, pero que guardan un ominoso silencio si los efectivos de nuestras fuerzas del orden son víctimas de la insania asesina del senderismo. El resultado fue lo que hoy vemos con estupor, unas fuerzas de seguridad que prefieren morir antes que matar.


II.- AGP ha demostrado que aprendió de los errores económicos de su primer gobierno. Al punto de haber sustraído la economía de su esfera de decisión, lo que ha sido capitalizado por la argolla de tecnócratas indolentes y tramposos que gobierna el MEF, capaz de neutralizar impunemente las políticas sociales del gobierno, sin que el Presidente de la República pueda hacer nada por temor a que el ministro de Economía se mande mudar en circunstancias tan difíciles. Hoy, para su mala suerte y la nuestra, ha llegado el tiempo en que debe demostrar si aprendió con la misma aplicación de sus errores en la lucha contraterrorista. AGP debe releer El Arte de la Guerra de Sun Tzu, para recordar que la guerra se gana desde que se despliega el plano y que la victoria depende de controlar todos los factores del conflicto. Además, estando en los días en que se conmemora el septuagésimo aniversario del inicio de la II Gran Guerra, le corresponde valorar el ejemplo de Sir Winston S. Churchill, quien supo poner la política al mando de lo militar. Tras ocho años de incubación facilitada por la perfidia de Fujimori y Montesinos, a los que se suman nueve años de ingenuidad democrática, Sendero Luminoso se atreve a desafiar a las fuerzas del Estado en un conflicto restringido. No ha de ser por nada. Muy seguramente creen estar apropiadamente armados y contar con la ventaja de un terreno favorable. Ya veremos. Insistentemente se dice que son narcoterroristas, como si fuese un consuelo y representara algo menos peligroso que el terrorismo puro y duro. Tonterías. Sendero Luminoso encontró en el narcotráfico al aliado ideal para salir del hoyo en que cayó desde la captura de Guzmán y sus compinches. Los narcotraficantes hallaron sicarios de alta peligrosidad, menor costo y mejor rendimiento. Nada nuevo. Ya sucedió en los ochenta y terminó con Sendero Luminoso enseñoreándose del negocio de la droga y sometiendo a los carteles de la droga. Compréndase bien, Sendero Luminoso no está al servicio del narcotráfico. Se sirve de él para recuperar poder de fuego. Allí la urgencia de eliminar su fuente de recursos, suprimiendo toda posibilidad de que La Habana y Caracas se conviertan en los puentes que lleven la droga senderista a Estados Unidos y Europa, e impidiendo que se cree una inagotable fuente de ingresos que llevaría al equilibrio estratégico y conduciría a una guerra prolongada. La lucha, por tanto, debe librarse en tres frentes: El militar, contra SL; el policial, contra el narcotráfico; y, principalmente, el social, para defender a la población de las pérdidas económicas que ocasionará la eliminación de la economía cocalera, evitando que surjan simpatías populares por el enemigo.


III. La hora de los halcones
La lucha debe ser sin cuartel. No hay espacio para apaciguamientos ni concesiones. El tiempo de las palomas ha pasado. Es la hora de los halcones. No hay otro objetivo aceptable que la eliminación total del enemigo. Rendición incondicional o la muerte. Por ello debe tenerse los ojos muy abiertos para ver el peligro que acecha y descubrir a los aliados y tontos útiles del senderismo. Unos por malvados y otros por estúpidos, pero ambos deben ser puestos a raya. Así, por ejemplo, la quinta columna del senderismo ha convertido a Rafael Rey –el ministro de Defensa que tuvo el valor de decirle al Congreso que, pase lo que pase, confrontaremos al enemigo- en un objetivo estratégico. Ellos saben que posee entereza, convicción y valor suficientes para enfrentarlos y lo necesitan fuera del cargo. Allí la importancia de cerrar filas en su defensa e insistir en que AGP ha acertado poniéndolo al frente de tan peliagudo problema. Pero el ministro debe sobrepujar los límites de la defensa retórica y pasar a la acción. Ya no es momento de seguir quejándose de que las ONG persiguen judicialmente a soldados y policías. Forme inmediatamente un cuerpo jurídico de elite que asuma la tarea de defender a nuestros guerreros de los embates de los quintacolumnistas de Sendero Luminoso.
Es un factor indispensable para devolverles la moral de combate. Aunque parezca baladí, otro elemento esencial es la construcción de una doctrina de seguridad democrática, capaz de hacer que se bata en retirada la absurda teoría de que los derechos humanos titulan para todo. Dos peligros se yerguen. A la derecha, los fascistas que odian los derechos humanos y quisieran desaparecerlos. A izquierda, los senderistas y sus cómplices, voluntarios e involuntarios, que usan los derechos humanos para frenar la acción del Estado contra el terrorismo. Los derechos humanos son reconocidos para que el hombre viva en sociedad y no contra la sociedad. Así que los derechos humanos no pueden impedir la lucha contraterrorista. Todo lo contrario, son la más poderosa razón para dar la batalla contra los enemigos de la civilización. Liderazgo político incuestionable, decisión irrevocable de vencer, firme custodia del pueblo, férreo compromiso de defensa de los derechos humanos, entrenamiento militar intensivo, armamento de última generación, inteligencia y estrategia, y fe en la superioridad de nuestros valores morales deben ser los ingredientes de la receta con que prepararemos la victoria final. El país quiere paz. Sendero quiere guerra. Ellos tendrán la guerra. Nosotros ganaremos la paz. Hagámosle saber al enemigo que lucharemos contra él en todas partes y con todas nuestras fuerzas. Somos la causa del pueblo y la causa del pueblo vencerá.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo, cuando se dice que ..."la quinta columna del senderismo ha convertido a Rafael Rey –el ministro de Defensa que tuvo el valor de decirle al Congreso que, pase lo que pase, confrontaremos al enemigo- en un objetivo estratégico. Ellos saben que posee entereza, convicción y valor suficientes para enfrentarlos y lo necesitan fuera del cargo. Allí la importancia de cerrar filas en su defensa e insistir en que AGP ha acertado poniéndolo al frente de tan peliagudo problema." hay sectores interesados en sacar a Rey, porque saben perfectamente que Rey es una persona honesta que no transa ni con la corrupciòn ni con el violentismo, por ello debe recibir el TOTAL respaldo no solo del ejecutivo sino tambien del congreso y de la sociedad en su conjunto. cabe señalar que la encuesta del diario la Republica, un contundente 53% lo respalda como un buen ministro de defensa.